La cafetería gaditana especializada en comida callejera argentina inicia los trámites para expandir su modelo de negocio ante el interés mostrado por algunos empresarios, incluidos algunos de los Países Bajos o Italia
Vista exterior de La Vaca Atada. Foto: Benjamín Colsa
Texto: Angeles Peiteado
Hace poco más de un año nacía en Cádiz La vaca atada, una iniciativa del argentino Javier Senese que ahora está realizando los trámites para franquiciar. Aunque explica que desde un primer momento se había planteado expandir su modelo de negocio, el interés mostrado por otros empresarios le ha hecho materializar la idea antes de lo que pensaba; eso sí, ha esperado un tiempo prudencial para que las cuentas ofrezcan garantías ante los futuros franquiciadores.
La vaca atada empezó a funcionar el 24 de julio de 2015 para ofrecer la parte de la gastronomía argentina que va más allá de las sabrosas carnes: la de las empanadas, el dulce de leche o los alfajores. “La vaca atada no es un restaurante, ni una panadería y tampoco cafetería. Nos gusta definirnos como un espacio donde puedes encontrar gran variedad de productos”, aseguran.
Senese indica que siempre tuvo en mente la idea de hacer de este establecimiento el inicio de una franquicia. Durante el tiempo que lleva funcionando, empresarios se han dirigido a él para preguntarles por la posibilidad de franquiciarse. Y no sólo de otras ciudades de España, sino también de Italia y Países Bajos. Pero, pese al interés, ha querido esperar algún tiempo para poder ofrecer unas cifras auditables sobre la actividad del negocio y para hacer los trámites con todo detalle. Se trata, explica, de ofrecer seriedad a quienes quizás estén “arriegando los ahorros de toda su vida para abrir un negocio”
La previsión apunta a que a principios del próximo año este establecimiento nacido en Cádiz comenzará a funcionar como una franquicia.
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