El establecimiento de Cádiz estrena nueva carta en la que también incorporan guisos tradicionales diarios, puchero con fideos todos los días o las zanahorias aliñás, una ensalada muy típica de la provincia
El bizchcho de chicharrones se sirve a tacos. Foto: Cedida por Quilla
Son una especie de versión modernizada de las famosas tortas de pellizco de Alcalá de los Gazules, un singular producto que se hacía, y se sigue aún comercializando en el horno de Luna, en el que se aprovechaba la masa sobrante del pan. Este se cuece en finas lonchas, que, al esponjarse en el horno, adquieren un aspecto parecido a la famosa focaccia italiana.
Maribel Téllez, la propietaria de Quilla, ha desarrollado ahora, con su equipo de cocineros, Ana Rivera y Juan Franco, un plato que moderniza esta fórmula tradicional haciéndolo más ligero. El plato se basa en un bizcocho salado y muy esponjoso, para que resulte ligero y al que se le añaden trozos de chichachorres loncheados. El plato se sirve templado y con el bizcocho cortado en trozos.
Esta es la novedad más llamativa de la nueva carta de Quilla, el kiosco situado junto a la playa de La Caleta de Cádiz. El establecimiento ha querido reforzar el concepto de “cocina gaditana” en su nueva carta, que acaba de estrenar y que se mantendrá hasta el verano, y en la que incorpora propuestas como el caldo del puchero, que se puede tomar en taza o con fideos o las zanahorias aliñás, una simple ensalada, bastante conocido en la provincia.
El refuerzo de esta línea se ve también en la apuesta por dos guisos diarios, que van cambiando según los días de la semana. Así hay menudo, berza, papas con chocos, sopa tomate, tagarninas esparragás o garbanzos con langostinos. Los fines de semana se apuesta por unas albóndigas de pescado realizadas con carne de rape y que se sumergen en una salsa de langostinos.
Otra de las originalidades de la nueva carta es el revuelto “del chef”. Este se realiza con los ingredientes que eliga el cliente. Se piensa también en los niños, (siempre hay un plato de pasta que se puede servir con tomate casero o pisto de verduras) o gente que sólo toma verduras con una parrillada de temporada.
Al estar junto a la playa también han reforzado el lado “marinero” de la carta con la incorporación de cigalas a la plancha con una selección de pimientas o unas almejas que se pueden tomar a la marinera o aderezadas con vino fino. También sirven tacos de dorada rebozados al estilo japonés (tempura) o unos fideos guisados con langostinos al ajillo. Diariamente hay un pescado diferente, dependiendo de lo que encuentren en el mercado central de Cádiz.
En los postres han incorporado un helado crujiente elaborado con tejas de El Puerto y que se presenta sobre una crema de chocolate blanco. En la carta también han reforzado la presencia de vinos gaditanos. Precisamente se abre con los tintos de la famosa bodega jerezana de Luis Pérez y luego una hoja completa dedicada a los jereces y manzanillas, donde no faltan vinos más difíciles de encontrar como los amontillados o palos cortaos.
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Las albóndigas de rape con langostinos, otra de las propuestas de la nueva carta. Foto: Cedida por Quilla.