El auge de los productos gaditanos provoca un fuerte incremento de las tiendas dedicadas en exclusiva a los productos gastronómicos de la provincia. Ya hay más de 30, algunas de ellas fuera de la provincia

La tienda de Pelayo, una de las que se dedican a la venta de productos gaditanos en Cádiz. Foto: Cedida por el establecimiento.
Texto: Pepe Monforte
Más de 30 tiendas dedicadas a la venta de productos gastronómicos de Cádiz funcionan ya en España, la gran mayoría en la provincia, pero también con presencia en Madrid, donde ya hay dos, o Sevilla, donde también funciona otra. Hay también tiendas en internet e incluso espacios dedicados a productos concretos, como los vinos o el queso, todo un universo en torno al “Hecho en Cádiz”.
800 referencias tiene en sus estanterias Angel Martínez, 47 años, de San Fernando. El pasado 5 de agosto abrió en la calle Fabio Rufino, en el barrio del Pópulo “Alegrías de Cádiz”, una tienda de 50 metros cuadrados dedicados integramente e los productos elaborados en la provincia de Cádiz. Es su primer negocio aunque no le falta el “gen” comerciante. Su padre, Antonio Martínez Chamorro gestionó durante muchos años en La Isla, “Confecciones Chamorro”, toda una institución en la ciudad. Señala que sus anteriores trabajos le llevaron a recorrer toda la provincia “por lo que me conocía mucho de lo bueno que hay, aunque cada día me sorprendo con algo más”.
Señala que viaja por los pueblos buscando y comprando productos “porque así tratamos de tener cosas a las que es más difícil acceder”. Ha abierto también página web (alegriasdecadiz.com) con la idea de vender fuera de Cádiz. Entre su clientela el 70 por ciento son turistas y el 30 por ciento personas de la zona “que saben muy bien el producto que quieren. Vienen buscando cosas muy concretas”, señala Angel. La estrella de la casa es la sal de las Salinas San Vicente, de San Fernando, aunque señala que “en general sale todo”.
800 referencias tiene Alegrías de Cádiz. Nada tiene que ver con lo que se encontró Manolo Rodríguez Cobo en 1992, cuando junto a Paqui Ruiz, su esposa, pusieron en marcha el “Gourmet de El Puerto” la primera tienda dedicada por completo a las delicadezas gastronómicas que se ponía en marcha en la Bahía de Cádiz. Hasta entonces lo único que había era ultramarinos que habían ido incorporando exquisiteces.
Manolo recuerda que, por entonces, era impensable que hubiera tiendas dedicadas a productos de Cádiz. Lo único de Cádiz que tenía en su tienda eran los vinos de Jerez, la ventresca de El Rey de Oros de Barbate, la melva de Piñero y Díaz de Tarifa y los turrones de Soler, de Jerez…nada más. Ahora, sin embargo, reconoce que entre el 40 y el 50 por ciento de los productos que tiene son de aquí, especialmente una colección de jereces viejos, cada día más apreciados por el público aficionado a las exquisiteces.
Las primeras tiendas especializadas exclusivamente en productos de Cádiz comenzarían a aparecer en 1996 cuando los hermanos Monforte Ariza montan “La Alacena”, una empresa dedicada a la venta a domicilio y por catálogo de exquisiteces de Cádiz. En 1997 abre en la plaza de Candelaria, en la ciudad de Cádiz, Hecho en Cádiz, puesto en marcha por Juan José Mera y Angel Gil. Hasta entonces para comprar los productos de la provincia había que ir hasta las propias fábricas o a las ventas de carretera, especialmente en la Sierra de Cádiz, donde se podían encontrar.
Rodríguez recuerda que hace tan sólo 20 años relacionar Cádiz con productos gourmet “era imposible. Tan sólo estabamos presentes con los vinos de Jerez, el vinagre, la mojama y algunas conservas de Barbate”. Sin embargo, en sólo dos décadas productos como los quesos de la Sierra de Cádiz o las conservas de la zona de Barbate y Tarifa, con una carga de imaginación realmente memorable, han logrado colocar estos productos en medio mundo. Basta decir que los quesos de la Sierra están ya presentes en las mejores tiendas de París o Londres, mientras que los chocolates de Pancracio, otro ejemplo de triunfo internacional, compiten en Nueva York, donde ahora se “engendran” la mayoría de las tendencias que luego se extenderán por todo el mundo.
La explosión
Los expertos del sector coinciden en que esta explosión de los productos gaditanos se debe a tres factores. Por un lado hay que hablar de un importante incremento de la calidad, utilizando materias primas excepcionales y también mejorando los procesos de producción. En segundo lugar hay un éxito de comercialización, los productos de la provincia están llegando a más sitios gracias a que se “venden mejor”, pero hay una tercera pata en la que también coinciden y es también la inmensa mejora en la presentación de los productos, en “el paquete” en los que se venden. En este sentido se elogia la labor de las empresas de diseño de la zona como la propia “Ideólogo” de Pedro Alvarez, el creador de Pancracio.
Daniel Camacho, uno de los empresarios gaditanos, que se dedica al sector, propietario de la tienda “La Cueva del Ibérico” de Grazalema, señala “que ha habido un cambio fundamental en los consumidores. Antes cualquier cosa que venía de fuera era mejor y ahora creen en los productos de Cádiz. Saben que aquí pueden encontrar un producto bueno y se atreven a comprarlos e incluso luego los elogian entre sus conocidos…esto es muy importante”.
Todos estos factores han hecho que se haya creado una especie de “marca Cádiz” que vende ahora muy bien, una marca, además, muy variada, que abarca desde los famosos dulces de Medina a los picos de Jerez pasando por las conservas de Barbate y Tarifa, las chacinas de la Sierra o Chiclana, los quesos, los aceites o la sal. Ultimamente incluso se han incorporado al mercado productos de “alta tecnología” como el Garum, el plancton o las bochas, unas pequeñas perlas de algas que se rellenan con vino.
La propia administración es consciente de este fenómeno. Así la Cámara de Comercio, en colaboración con la Diputación de Cádiz, ha creado la página “gourmetfroncadiz”, donde se venden a nivel internacional las bondades de estos productos.
Lo cierto es que en estos dos últimos años se ha producido la verdadera “explosión” del fenómeno. Esto se ve especialmente en la ciudad de Cádiz donde hay ya una decena de tiendas dedicadas a los productos de la provincia. La más veterana es la tienda de “Pelayo” en la calle Cobos, un curioso local en el que los productos de la zona, que se pueden también probar en un espacio de degustación, unen protagonismo con una exposición de motos antiguas. También entre las veteranas la tienda de productos de la Sierra de Cádiz que hay en el rincón gastronómico del mercado o Sabores de Cádiz, situada en la avenida. Pero en los últimos meses las aperturas están siendo continuas. Así en la avenida de Portugal está Degustarte, en la avenida de la Ilustración está Al Andalus Club, en la calle Pintor Zuloaga, Casas y Ortega y en la calle San Francisco ha abierto también La Despensa de Araceli.
Pero la oferta subirá aún más en los próximos días con la apertura de otro proyecto centrado en los productos de Cádiz, la tienda que los hermanos Jorge y Guadalupe Manrique abrirán en la plaza de San Juan de Dios, donde estaba el bar Los Pabellones.
Además varias tiendas gastronómicas de la ciudad como El Boulevar, Miña Terra o Tinoco también tienen una importante presencia de productos de la zona, aunque también tienen referencias de otras zonas.

José Manuel Paramio en su tienda integramente dedicada a los vinos de la provincia de Cádiz. Foto: Cosasdecome
La tienda más curiosa de Cádiz puede ser “La Bodeguita”, un local especializado en vinos de la provincia que abrió en 2013 en el mercado Virgen del Rosario de la mano de José Manuel Paramio. En sus estanterias tienen más de 200 vinos diferentes de la provincia, lo que da muestras de la “intensa vida” del sector.
La “fiebre” por los productos gaditanos también se extiende a internet. Hay varias firmas que tienen tienda virtual. Este mismo mes de noviembre ha abierto tierrasdecadiz.com un curioso proyecto encabezado por un irlandés enamorado de Cádiz, Desmon Cleary. Desmon, empresario, está casado con la gaditana Conchita Spínola y desde hace 20 años tienen casa en Chiclana.
Allí se ha fraguado el cariño de Cleary por los productos de la zona. Sus preferidos son los aceites. Dos de sus hijas, Carolina y Sthefanie, ambas con conocimientos en internet y marketing, se han encargado de desarrollar el proyecto en colaboración con Juan Carlos Martín que se ocupa de la selección de productos. La tienda funciona exclusivamente por internet y, en principio venderán en España. Tendrán gastronomía y también los libros del gastrónomo gaditano, Carlos Spínola, hermano de Conchita.
También vende por internet desde la Sierra de Cádiz, Daniel Camacho. A través de su tienda jamonesyvinos.com han enviado ya productos a diversos paises europeos. Están en Setenil donde ya tienen dos tiendas dedicadas a productos gaditanos, “La Cueva del Ibérico” dedicada a alimentación y vinos y “Recuerdos de Setenil” donde venden souvenir. En Setenil hay varias tiendas dedicadas a los productos de Cádiz. Pero quizás la máxima concentración de locales de productos gaditanos por “metro cuadrado” se da en Grazalema. En la plaza de España, en el centro de la localidad, conviven hasta tres tiendas dedicadas a los productos de la provincia. Está “La Golosa”, Sabores” y “La Casa de la Abuela Agustina“, además de una tienda de productos ecológicos, también de la zona. Rosana Poley, la empresaria que comanda “La Casa de la Abuela Agustina”, tiene ya 3 locales dedicados a los productos gaditanos. En ellas vende los quesos que ella misma produce en Grazalema, de forma artesanal y luego cuenta con “El Rincón del Abuelo Manuel” en Arcos y “La Preferida” en el mercado de abastos de Chipiona. En estas tiendas vende sus quesos, además de otros productos de la provincia.
Esta fórmula también la siguen varias conserveras de la provincia como Gadira, con tiendas en Conil y Barbate, La Chanca (Conil, Barbate y Chiclana) o la Conservera de Tarifa que tienen tiendas propias pero que complementan con otros productos de la provincia.
Muchas tiendas en la Sierra
Otras poblaciones turísticas de la Sierra también tienen varias tiendas. En El Bosque hay 3 y en Arcos 2 y lo mismo ocurre en poblaciones turísticas de la costa como Conil, donde hay también varias, Vejer, Tarifa o Zahara de los Atunes, donde hay también hasta 3 tiendas.
Sanlúcar también tiene varias, entre ellas la de “El Guerrita”, una tienda de vinos, situada junto a la taberna del mismo nombre de calle Rubiños, y donde tienen una colección de jereces, manzanillas y vinos de Cádiz que ronda las 200 etiquetas.
En Jerez también hay otra iniciativa curiosa, La Quesería, una tienda, en la calle Honda, dedicada integramente a este producto. Tienen más de 60 referencias, el cincuenta por ciento de ellas, de la provincia de Cádiz donde funcionan ya una veintena de queserías artesanales, lo que da idea de la pujanza del sector. Ahora han incorporado también dulces de Medina y cervezas artesanales.
Ofrecen también degustación de productos, una fórmula en la que también ha encontrado el éxito “La Abacería La Plaza” situada en el mercado de abastos de Zahara de los Atunes.
Pero la moda de los productos gaditanos también ha superado las fronteras de la provincia. En Sevilla, en el mercado de Feria, está la almadraba, una taberna dedicada a los productos relacionados con el atún. También en esta provincia dos gaditanos afincados en Sevilla pusieron en marcha “Al gusto de Cádiz” aunque tuvieron que cerrar porque la iniciativa no superó las expectativas. En Barcelona tampoco ha cuajado “Alanda” una tienda de productos gaditanos situada en pleno centro.
Pero de todos modos Madrid, es la ciudad que mejor está acogiendo a los productos gaditanos. De hecho hay muchos restaurantes dedicados a la cocina de aquí (más información aquí). Ya hay dos tiendas en pleno centro, Little Cádiz, puesta en marcha este mismo año por la portuense Claudia Merello y “Lambuzo”, una fórmula, puesta en marcha por Pepe Moreno, de Villamartín y que tiene ya tres locales en la ciudad donde combinan bar y venta de productos.